Como todos ya saben, disfruto de escribir. Así que al hablar de inspiraciones no me es difícil inspirarme. Mis mayores inspiraciones son la gente, la cultura, ese momento en el que vas en el avión y nadie te hace caso porque están leyendo o viendo la película o durmiendo, también me inspira mucho observar, cualquier cosa que a mi ojo llame la atención puede ser ya una inspiración. Y mis máximas inspiraciones, son los ancianos, los niños, el silencio, Tlaxcala y por supuesto, la luna. Los ancianos me encantan porque para mí, cada una de sus arrugas y de sus movimientos, cada brillo en sus ojos, son una historia. Y la verdad por eso me molesta que las mujeres se preocupen tanto por sus arrugas, me parece que no se detienen a reflexionar que revelan historias, felicidades y tristezas, todo lo que las hizo quienes son. Los niños, simplemente por su inocencia. El silencio, por la manera en la que permite que mis fantasmas ronden. Tlaxcala, lugar más hermoso, me fascina este lugar, creo que allá hay todo lo que se necesita para ser feliz, aunque por supuesto la felicidad depende de ti no de el lugar donde te ubiques. Y por último, la luna. Hace como 2 años, me deprimí bastante, y lo único que me hacía sentir mejor era la luna, que aunque no saliera yo sabía que estaba ahí, en algún lugar, al igual que mi felicidad.
Continuemos con aspiraciones. Escribir es mi mayor aspiración. Cambiar al mundo en base a lo que escribo y penetrar el pensamiento de los demás para darse cuenta poco a poco lo que habita dentro de ellos y que quizás cegados por sus obligaciones, no pueden darse cuenta. En segundo lugar, está una familia. Tremenda admiración que tengo hacia las familias, y definitivamente construir mi propia familia es uno de mis sueños. De hecho, creo que todos los días hablo de eso... mmm... En fin, me encantaría tener una familia. Y transmitir tanto mis experiencias como las cosas que mis padres y hermanos me han enseñado.
Finalmente, mis enseñanzas. Con esto me refiero a todo lo que he aprendido después de 16 años. Una de las experiencias más dolorosas de mi vida, descubrir a mi padre. A pesar de todo ha sido digamos, hermoso. Pero hubo un punto en el que mi padre y yo nos hicimos mucho daño, nuestra relación era según el término que ayer me comentaron, "destructiva". De esta relación salió algo que yo creía saber hacer hasta que llegó éste momento, EL PERDÓN. Pedir perdón es mucho más fácil que otorgar un perdón, al menos para mí.
También aprendí a apreciar lo que tengo y cuando lo tengo. Las amigas, los momentos, los viajas, la familia, la escuela, las maestras, mi hogar, a Sergio... etc. Cientos de cosas que en cualquier momento se pueden perder y que he podido cuidar o que al menos he tratado de cuidar.La vida está llena de ilusiones, sueños, pérdidas y tristezas.
Aprendí a disfrutar de todas, hasta de las más fría de las tristezas hasta las más emocionantes felicidades. Y creo que es algo que todos deberíamos aprender a hacer.
Finalmente mi vida, es un circo digno de observar.
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