sábado, 4 de mayo de 2013

Algo raro.



....

...

..

Y ahí estamos. Ahí estamos los dos.

Te miro con incertidumbre, sé que me volví equivocar.. estoy casi segura de que ya no tenemos como regresar de esto, pero trato de buscar algo en tus ojos, en tu persona, en tus brazos cruzados y tu mirada perdida, en la manera con la que sostienes el cigarro.. pero no hay nada, ahí ya no estoy yo. Aquel amor que nos hacía tanto daño, que creaba tanta destrucción... se ha ido.

Quizás si te hubiera conocido en el fin del mundo, con otra canción que no dijera nada de estrellas o de sueños, tal vez.. si hubiera sido diferente, si tu hubieras estado dispuesto a todo, si yo no estuviera dispuesta a nada... pero todo se queda entre líneas. Hemos aprendido a hablar así, decir cosas triviales y tratar de saber que estábamos sintiendo.

Pero aquí estamos, en ese fin. En ese círculo eterno. Quizás no seamos buenos como amigos. Quizás no seamos buenos como seres que cohabitan, o incluso, no seamos buenos como personas. Sé que si te viera en la calle, aquella oleada de sentimientos, me golpearía como si llevara 100 años tomando impulso, esperando el momento en el que la frágil persona que soy junto a ti volviera a aparecer, esperando el momento en el que me dejara ir.. el momento en el que entendiera que no debo controlar todo.

Y entre mentiras y juegos, esto se acabó.
Aunque nos amaramos y creyéramos que podíamos serlo todo..

Espero no volverte a encontrar.
Jamás.

Espero que cuando estés de nuevo en un acantilado y saltes, alguien más esté dispuesta a atraparte.

Pero las cosas no podían quedarse ahí, tenía que volverte a escuchar, tenía que ver tus ojos, tenía que escuchar tu voz diciendo mi nombre por última vez. Tenía que subir mi mirada, encontrarla con la tuya, hacer todo lo que sabías que haría, porque al menos mientras pensabas en el qué pasaría, te importé... aunque tú me importes todos los días de mi vida.

No tengo idea de que decir ahora.. no tengo idea de cómo mirarte a los ojos, de como aceptar que a pesar de mis errores, me encantaría tener tu vida en mi vida.

Así que no diré nada.

El tiempo se lleva el recuerdo. Y tal vez, en cincuenta años, te preguntarás que fue de mi, escucharás nuestra canción y dos que tres lágrimas resbalarán por tus mejillas, y entonces.. entonces sabrás que siempre te he amado, y que siempre lo haré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario